Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
miércoles, 27 de julio de 2016
ABIGAÍL
Proverbios 4:6
"No la abandones y ella velará sobre ti,
ámala y ella te protegerá."
Abigaíl era una mujer sabia, pero su marido, Nabal, era un tonto. La hospitalidad ha sido muy importante en la cultura de Oriente Medio, pero Nabal fue la excepción. No creía en el compartir, ni siquiera con las personas que habían proporcionado la protección de sus agentes y ovejas (vs 15-16). En lo que creía era en insultar a la gente (vs 10-11).
Ahora, vamos a conocer otra faceta de David. La rapidez con que cambia de un héroe compasivo y perdonador que solía 'consultar al Señor' a una persona vengativa (vs 13, 21-22) es asombrosa. Abigaíl era lo suficientemente inteligente para saber cómo hacer frente a estos dos obstinados. Conociendo su marido, ella no consultó sobre asuntos de urgencia (vs 17, 19b). Ella prefería hacer lo que era correcto y luego informarle en el momento apropiado. Actuó con mucha prudencia y sabiduría.
En cuanto a David, que estaba en una furia asesina cuando Abigaíl se reunió con él, fue apaciguado con buena comida, una disculpa y un consejo piadoso (vs 23-31). Su estrategia, junto con su belleza (v 3b) giró en torno a David por completo (vs 32-34). Entonces, cuando supo que Abigaíl se había convertido en una viuda, le propuso matrimonio y ella aceptó. La prudencia y sabiduría de Abigaíl al final tuvo recompensa. Es bien recordada en la Biblia como modelo de pensar y actuar bien.
No todos los hombres son tontos, ni todas las mujeres sabias. Pero si deseamos sabiduría, todo lo que tenemos que hacer es pedirla a Dios (Santiago 1: 5). ¡Que Dios nos ayude a ser sabios!
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