viernes, 29 de julio de 2016

ENREDADOS EN RELACIONES PELIGROSAS



2 Corintios 6:14
"No estéis unidos en yugo desigual con los incrédulos, pues ¿qué asociación tienen la justicia y la iniquidad? ¿O qué comunión la luz con las tinieblas?"


La codicia, la locura y el miedo son algunos de los factores que hacen que las personas se enreden en toda clase de relaciones desagradables. La codicia ha llevado a menudo a la gente a enredarse con los prestamistas de dinero sin licencia o sin escrúpulos. En el caso de David, fue el miedo el que le llevó a ser enredado en una relación más que desagradable.

David había sido ungido como el próximo rey de Israel. Esto debería haber sido motivo suficiente para que David confiara en que Dios cuidaría de él. De hecho, cuando tuvo la oportunidad de matar a Saúl, él no lo hizo, porque estaba seguro de que Dios se ocuparía de Saúl. Sin embargo, cuando sus temores lo alcanzaron, se olvidó de Dios y comenzó a confiar en sus propios dispositivos para protegerse a sí mismo. Fue entonces cuando se enredó con los filisteos porque pensó que podían protegerlo... Pero, ¿Cuánto tiempo podría engañar David a los filisteos? ¿No estaba viviendo dentro de una bomba de tiempo? David se había metido en un enredo peligroso e innecesario. Y muchas veces eso nos pasa a nosotros, y no tardamos en tomar decisiones fatales para nuestra vida y la de nuestra familia.

Reflexionemos hoy sobre las diferentes relaciones que tenemos con otras personas. ¿Alguna de ellas son enredos innecesarios que desagradan a Dios? Oremos y pidamos a Dios que nos ayude a ser libres en todo el sentido de la palabra.

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