Proverbios 3:5-6
"Confía en el Señor con todo tu corazón,
y no te apoyes en tu propio entendimiento.
Reconócele en todos tus caminos,
y El enderezará tus sendas."
¿Qué haces cuando te ves atrapado completamente y sin salida? Los planes no resultaron bien y estás en un punto donde pareciera que si te quedas donde estás vas a sufrir, y si te mueves, peor... ¿Cómo evitas un inminente daño?
David no hizo nada para evitarlo. Había logrado que Aquis lo hiciera guardia personal del rey filisteo. ¿En qué estaba pensando cuando salió con Aquis y los otros jefes de los filisteos para luchar contra su propio pueblo? ¿Tenía un Plan B en mente un plan para sabotear los planes de batalla de los filisteos? Pero todo apuntaba a lo contrario. David hace una declaración de lealtad y ahora no se sabe qué pasará con él al final...
Sin duda fue Dios quien intervino y rescató a David de esa situación difícil. Es difícil imaginar lo que habría ocurrido de otro modo. Las situaciones difíciles pueden ser cualquier cosa, un negocio al que nos hemos metido tontamente, una relación tóxica con una persona no creyente de la que no podemos salir, etc. Es cierto que es mucho mejor no haber entrado jamás en ella, pero ¿No es cierto que Dios nos puede librar si lo obedecemos y buscamos hacer su voluntad de forma genuina? A veces una situación de éstas nos sirve para que aprendamos la lección y no volver a cometer el mismo error nunca más.
Nada es demasiado complicado para Dios, depende de nuestra voluntad de querer salir de una situación complicada y nuestra disposición de obedecer lo que Dios ha dejado en Su Palabra. No hay más.
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