Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
lunes, 4 de julio de 2016
INFLUIR, NO SER INFLUIDOS
1 Corintios 5:6
"Vuestra jactancia no es buena. ¿No sabéis que un poco de levadura fermenta toda la masa?"
Pablo advierte a la iglesia en contra de la mezcla con personas que se hacen llamar 'creyentes' del Evangelio, pero que eligen vivir perpetuamente en el pecado. Mantener relaciones afectará inevitablemente a nuestro paso y relación con Dios.
La iglesia de Corinto se desentendían del pecado (cuando incluso los paganos no lo hacían). Lo que causó aún más preocupación era que eran arrogantes al respecto. El problema no es simplemente una actitud descuidada hacia el pecado, sino su actitud jactanciosa, es de suponer que eso conduce a la justificación y la condonación de la práctica.
Nuestra iglesia necesita hoy volver a aprender las medidas de disciplina que Pablo intentaba inculcar a los corintios. La iglesia debe saber cómo actuar cuando el pecado afecta a la comunidad.
En una época donde se modifican las normas actuales para adaptarse a los propósitos de uno, hay que recordar que Cristo murió por nosotros no sólo para darnos paso seguro al cielo. Él murió para que pudiéramos cumplir con su imagen. Individual y colectivamente, hemos de expresar el carácter de Dios por la manera en que vivimos en el mundo.
¿Nos parecemos más a nuestro entorno o nos fijamos más en ser como nuestro Señor Jesús?
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