sábado, 16 de julio de 2016

PERTENECEMOS A DIOS



1 Corintios 16:13
"Estad alerta, permaneced firmes en la fe, portaos varonilmente, sed fuertes."


Nuestras posesiones no nos pertenecen realmente a nosotros. Es útil tener en cuenta la forma en que manejamos los temas como la administración de bienes y las donaciones. Se nos enseña en la iglesia que reservemos una parte de nuestos ingresos para fondos del templo, siempre de acuerdo a la medida en que el Señor nos ha prosperado. No hay halagos, no hay trucos, no debería haber coerción ni algo que sea impuesto, sabemos que Dios nos lo da todo y sabemos que es nuestro deber ser generosos también.

Nuestro ministerio no nos pertenece a nosotros. La declaración de Pablo sobre el envío de Apolo es una clara indicación de que Pablo no ve a su ministerio como exclusivamente "su" ministerio. El trabajo, el ministerio y la iglesia son de Dios y sólo de Dios. Apolos de otro modo, no estaría en la lista de invitación de Pablo a Corinto.

La iglesia no nos pertenece a nosotros. La carta termina con una nota similar a su comienzo. Hay pruebas de tensión entre los que eran y lo que aún no aceptaban los términos de obediencia a Cristo.

Los cristianos debemos vivir continuamente en la tensión entre el "ya" y el "todavía no". Lo que no debemos hacer es excusarse de la obediencia sólo porque aún no estamos totalmente allí. La gracia del Señor y la esperanza de su venida debería hacer que los que prestan atención a las palabras de esta carta estén atentos y hagan todas las cosas en el amor (vs 13-14).

Pertenecemos a Dios.

Reflexionemos y agradezcamos a Dios por todas las lecciones que nos ha enseñado a través de la primer carta de Pablo a los Corintios.

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