Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
miércoles, 26 de abril de 2017
ACOMPAÑADO DE JESÚS SIEMPRE
Cantares 7:11-12
"Ven, oh amado mío, salgamos al campo,
Moremos en las aldeas.
Levantémonos de mañana a las viñas;
Veamos si brotan las vides, si están en cierne,
Si han florecido los granados;
Allí te daré mis amores."
¡Es una bendición trabajar cuando Jesús está a nuestro lado! Observa que la iglesia, cuando está saludable, en todas sus muchas labores desea disfrutar de la comunión con Cristo. Algunos creen que no pueden servir a Cristo activamente, para no dejar de tener comunión con Él: están equivocados. María no fue elogiada por estar inmóvil, sino por permanecer sentada a los pies de Jesús.
De igual forma, los cristianos no deben ser alabados por descuidar los deberes bajo el pretexto de tener una comunión secreta con Jesús: Debemos mantener una íntima relación con Él antes de cualquier cosa. No pensemos tampoco que la actividad es en sí misma un mal: es una gran bendición, y un medio de gracia para nosotros. Pablo lo llamó una gracia dada a él que se le permitiera predicar. Y toda forma de servicio cristiano puede convertirse en una bendición personal para los que participan en ella.
Aquellos que tienen más compañerismo con Cristo no son reclusos o ermitaños que tienen mucho tiempo de sobra, sino infatigables obreros que trabajan por Jesús y que, en su labor, lo tienen al lado de ellos, para que sean trabajadores juntos con Dios.
Pensemos entonces, en todo lo que tenemos que hacer por Jesús, lo que podemos hacer, y debemos hacer en estrecha comunión con Él.
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