Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
viernes, 14 de abril de 2017
NUESTRO AMPARO Y FORTALEZA
Salmos 46:1
"Dios es nuestro amparo y fortaleza,
Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones."
Las bendiciones del Pacto no están destinadas a ser vistas solamente, sino a ser vividas. Incluso nuestro Señor Jesús nos es dado para nuestro deleite en intimidad. Creyente, a veces no aprovechamos la gran ventaja de tener a Cristo de nuestro lado. Cuando estás en problemas, ¿por qué no le cuentas todo tu dolor? ¿No tiene Él un corazón de compasión, y no puede consolarte y aliviarte?
¿Estás agobiado con los pecados de este día? Cristo murió para que tengas vida. La gracia perdonadora de Jesús puede ser experimentada una y otra vez. Ven a Él para que quedes limpio. ¿Deploras tu debilidad? Él es tu fuerza: ¿por qué no apoyarse en Él? ¿Te sientes desnudo? Él te corona de favores y de misericordia. No te quedes mirando, sino vive el cristianismo. Despójate de tu propia justicia y de tus propios temores: ponte la blanca ropa, porque estaba destinada para vestirte. ¿Te sientes mal? Tira de la campana de la noche de la oración, y llama al médico amado.
Aunque te sientas pobre, tienes un pariente, un hombre poderoso. A Cristo le encanta ser parte activa de nuestra vida. Cuantas más cargas le pongamos en los hombros, más precioso será para nosotros. Seamos simples con Él, tratémoslo como al mejor de nuestros amigos terrenales, y veremos la diferencia en nuestra vida espiritual.
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