Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
sábado, 8 de abril de 2017
SIEMPRE ESTÁ PENSANDO EN NOSOTROS
Salmos 139:17
"!!Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos!
!!Cuán grande es la suma de ellos!"
La omnisciencia divina no da consuelo a la mente impía, pero al hijo de Dios le rebosa de consolación. Dios siempre piensa en nosotros, nunca desecha su mente de nosotros, nos tiene siempre ante sus ojos.Y esto es precisamente lo que quisiéramos, pues sería espantoso existir por un momento más allá de la observación de nuestro Padre celestial.
Sus pensamientos son siempre tiernos, cariñosos, sabios, prudentes, de largo alcance, y nos traen innumerables beneficios: de ahí que sea una delicia escogida para recordarlos. El Señor siempre pensó en su pueblo: de ahí su elección y el pacto de gracia por el cual se asegura su salvación. Siempre pensará en ellos: de ahí su perseverancia por la cual serán llevados con seguridad a su descanso final. En todas nuestras peregrinaciones la mirada vigilante del Dios Eterno está cada vez más fija en nosotros: nunca andamos más allá del ojo del Pastor. En nuestros dolores nos observa incesantemente, y no se le escapa un dolor. En nuestras fatigas siente todo nuestro cansancio, y escribe en su libro todas las luchas de sus fieles. Estos pensamientos del Señor nos rodean en todos nuestros caminos, y penetran en la región más íntima de nuestro ser. Ningún nervio o tejido, válvula o vaso, de nuestra organización corporal está desatendido. Todas las pequeñas cosas de nuestro pequeño mundo son pensadas por el gran Dios.
Estimado lector, ¿es esto precioso para ti? Entonces mantente con fe en tu Señor. Nunca te dejes llevar por esos tontos pensamientos filosóficos que predican a un Dios impersonal, y hablan de la materia auto-existente y autónoma. El Señor vive y piensa en nosotros, ésta es una verdad demasiado preciosa para que podamos ser ligeramente despojada de ella. Si el Señor piensa en nosotros, todo está bien, y podemos alegrarnos cada vez más.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario