Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
sábado, 2 de junio de 2018
COMIENZOS PEQUEÑOS...
Zacarías 4:10
"Porque los que menospreciaron el día de las pequeñeces se alegrarán, y verán la plomada en la mano de Zorobabel."
Pequeñas cosas marcaron el comienzo de la obra de la mano de Zorobabel, pero nadie podía despreciarlo, porque el Señor había levantado a uno que perseveraría hasta el final. La plomada estaba en buenas manos. Aquí está la esperanza de cada creyente en el Señor Jesús; que la obra de la gracia sea tan pequeña en sus comienzos, pero que toda la planificación ha estado en buenas manos, que un maestro constructor mayor que Salomón haya emprendido la elevación del templo celestial, y que no fallará ni se desanimará hasta que se levante el pináculo superior.
Si la construcción estuviera en manos de cualquier ser humano, podríamos temer por la edificación, estar preocupados porque al inicio todo se ve tan pequeño... pero sabemos que prosperará en la mano de Jesús. Las obras no procedieron de forma irregular, y sin cuidado, porque la mano del maestro llevaba un buen instrumento. Si las paredes hubiesen sido rápidamente construidas sin la debida supervisión, podrían haberse derrumbado; pero la plomada fue utilizada por el capataz elegido. Jesús está mirando cada vez más el levantamiento de su templo espiritual, para que pueda construirse de forma segura y bien.
No nos corresponde a nosotros juzgar a la iglesia del Señor, ya que Jesús tiene una mano firme y un ojo verdadero, y puede usar bien la plomada. ¿No nos regocijamos de ver el juicio que tiene?
Oh Señor Jesús, ¡Cómo nos alegraría si pudiéramos verte en tu gran obra! Levántate, glorioso constructor, y levanta mi vida, sé tu la roca principal, levántala de nuevo.
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