Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
jueves, 14 de junio de 2018
TODO ES VANIDAD
Eclesiastés 1:14
"Miré todas las obras que se hacen debajo del sol; y he aquí, todo ello es vanidad y aflicción de espíritu."
Nada puede satisfacer al hombre completamente, sino el amor del Señor y el propio Señor. Las personas a lo largo de la historia han tratado de anclarse en otros caminos, pero han sido expulsados de esos refugios fatales.
A Salomón, el más sabio de los hombres, se le permitió hacer experimentos para todos nosotros y hacer por nosotros lo que no debemos atrevernos a hacer por simple curiosidad. Aquí está su testimonio en sus propias palabras: "Así que fui grande, y aumenté más que todos los que estaban antes de mí en Jerusalén; también mi sabiduría permaneció conmigo. Y todo lo que mis ojos desearon, no guardé de ellos, no retuve mi corazón de todo gozo, porque mi corazón se regocijó en todo mi trabajo, y esta fue mi porción de todo mi trabajo. Entonces miré todas las obras que habían hecho mis manos, y sobre el trabajo que había hecho: y, he aquí , todo era vanidad y aflicción de espíritu, y no hubo ganancias bajo el sol ".
"Vanidad de vanidades, todo es vanidad". ¡Qué! ¿Todo? Oh sabio monarca, ¿No hubo nada en toda tu riqueza? ¿Nada en ese amplio dominio que llega desde el río hasta el mar? ¿Nada en los gloriosos palacios? ¿Nada en la casa del bosque del Líbano? En toda tu música y baile, y el vino y el lujo, ¿no hay nada? "Nada", dice, "sino cansancio de espíritu". Este fue su veredicto cuando él hubiera conocido toda forma de placer.
Abrazar a nuestro Señor Jesús, vivir en su amor y estar plenamente seguros de la unión con Él, esto es todo. Estimado lector, no necesitas probar otras formas de vida para ver si son mejores que las de los cristianos: si deambulas por el mundo circundante, no verás la visión del rostro del Salvador; si pudieras tener todas las comodidades de la vida, si perdieras a tu Salvador, serías desdichado; pero si ganas a Cristo, entonces si te pudrieras en una mazmorra, lo encontrarás en un paraíso.
Aún si vives en la oscuridad o mueres de hambre, estarás satisfecho con el favor y lleno de la bondad del Señor, si te mantienes unido a Él. Que este sea tu deseo hoy y siempre.
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