Josué 5:13-15
"Cierto día Josué, que acampaba cerca de Jericó, levantó la vista y vio a un hombre de pie frente a él, espada en mano. Josué se le acercó y le preguntó:
—¿Es usted de los nuestros, o del enemigo?
—¡De ninguno! —respondió—. Me presento ante ti como comandante del ejército del Señor.
Entonces Josué se postró rostro en tierra y le preguntó:
—¿Qué órdenes trae usted, mi Señor, para este siervo suyo?
El comandante del ejército del Señor le contestó:
—Quítate las sandalias de los pies, porque el lugar que pisas es sagrado.
Y Josué le obedeció."
Así como sucedió con Abraham por medio de los 3 extraños que se acercaron a su tienda; así como pasó con Jacob cuando lucho contra "un extraño hasta el amanecer", así también Josué experimenta un encuentro sobrenatural con quien resulta ser 'el comandante del ejército del Señor'
¿Qué nos enseña esta reunión sobre la presencia de Dios en nuestras vidas durante las luchas? La respuesta es evidente, Dios está allí. En lo más duro de nuestra batalla, cuando más pensemos que estamos solos. Cuando Abraham pensaba que moriría sin hijos... Cuando Jacob pensaba que su hermano se encontraría con él y lo querría matar... y cuando Josué recién empezaba a combatir con todos aquellos pueblos que aún habitaban Canaán.
Dios está contigo. Está conmigo. En lo más duro de la batalla está allí listo para entrar en acción si empezamos a desfallecer. Nunca pensemos lo contrario, porque Él una y otra vez nos ha demostrado que nos ama. ¡Acércate a Dios hoy, y confía en que estará al frente de tus batallas!
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