Josué 4:20-24
"Entonces Josué erigió allí las piedras que habían tomado del cauce del Jordán, y se dirigió a los israelitas: «En el futuro, cuando sus hijos les pregunten:
“¿Por qué están estas piedras aquí?”, ustedes les responderán: “Porque el pueblo de Israel cruzó el río Jordán en seco”.
El Señor, Dios de ustedes, hizo lo mismo que había hecho con el Mar Rojo cuando lo mantuvo seco hasta que todos nosotros cruzamos.
Esto sucedió para que todas las naciones de la tierra supieran que el Señor es poderoso, y para que ustedes aprendieran a temerlo para siempre»."
La gente montó un monumento para conmemorar el paso por el río. Dios siempre se quiere asegurar que podamos transmitir a otras generaciones las maravillas que Él ha hecho. Si ya hemos visto que las mismas personas que han vivido y experimentado el poder de Dios son capaces de olvidar, no digamos nuestra descendencia, que la única forma es por medio de la transmisión oral o escrita.
En nuestros tiempos, asegurémonos de trasladar a nuestros hijos la historia de nuestra salvación. Cómo Dios nos rescató. Quizás ellos ya han tenido la bendición de ser educados en un hogar cristiano, con principios y valores bíblicos. Quizás nosotros no tuvimos esa oportunidad. Pero es importante no dar por sentado que ellos saben lo que Dios es capaz de hacer, nosotros tenemos que trasladar esa información para que la pasión por Dios y la fe en Él no se mueran de una generación a otra.
Tomémonos un tiempo hoy para contarles a nuestros hijos nuestra historia. Cómo Dios nos rescató, cómo lo conocimos y le entregamos nuestra vida. Esos son los monumentos que debemos asegurarnos que lean y entiendan.
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