martes, 27 de julio de 2021

UNA BENDICIÓN MAL UTILIZADA


 

Jueces 8:22-27

"Entonces los israelitas le dijeron a Gedeón:

—Gobierna sobre nosotros y, después de ti, tu hijo y tu nieto; porque nos has librado del poder de los madianitas.

Pero Gedeón les dijo:

—Yo no los gobernaré, ni tampoco mi hijo. Solo el Señor los gobernará. Pero tengo una petición —añadió—: que cada uno de ustedes me dé un anillo, de lo que les tocó del botín.

Era costumbre de los ismaelitas usar anillos de oro.

—Con mucho gusto te los daremos —le contestaron.

Así que tendieron una manta, y cada hombre echó en ella un anillo de su botín. El peso de los anillos de oro que él les pidió llegó a diecinueve kilos, sin contar los adornos, los aros y los vestidos de púrpura que usaban los reyes madianitas, ni los collares que llevaban sus camellos. 

Con el oro Gedeón hizo un efod, que puso en Ofra, su ciudad. Todo Israel se prostituyó al adorar allí el efod, el cual se convirtió en una trampa para Gedeón y su familia."


Gedeón hace un efod de oro, probablemente con la intención de honrar a Dios. ¿Qué hacen los israelitas con él? Muchas veces algo que podría ser de bendición, termina siendo la ruina de personas que tienen en sus corazones cualquier cosa excepto a Dios.


Esta situación nos debe dejar una enseñanza. A veces efectuamos algún acto con la mejor de las intenciones pero eso termina siendo la ruina de otras personas. Los recomendamos en un trabajo y quedan mal y nos hacen ver mal. Le otorgamos dinero a personas que aparentemente lo necesitan y lo usan para cualquier cosa menos sus necesidades básicas. Hay muchas cosas que pueden ser piedra de tropiezo para otros, pero eso no era la intención con la que nosotros habíamos pensado tal situación.


El día de hoy pidamos mucha sabiduría a Dios para que las cosas que hagamos con la mejor de las intenciones sean utilizadas para ese fin. Que Él bendiga a otras personas por medio de nosotros, y que no sea al contrario.


Entregamos hoy a los pies de Cristo todo lo que hemos hecho y otras personas lo han utilizado mal para otros fines. Sea Él quien juzgue nuestras intenciones y las de los demás.



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