Jueces 14:1-2
"Sansón descendió a Timnat y vio allí a una joven filistea. 2 Cuando él volvió, les dijo a sus padres:
—He visto en Timnat a una joven filistea; pídanla para que sea mi esposa."
Empezamos a ver una faceta de Sansón que más adelante le traería problemas: Pareciera no importarle contraer matrimonio con una mujer de un territorio que Dios explícitamente había ordenado no hacerlo.
Pero no es sólo porque Sansón formaba parte del pueblo de Dios. Ayer vimos que él era un Nazareo, un consagrado a Dios, tenía votos para ser diferente al resto del pueblo, por eso es que es aún más delicado el asunto espiritual de contraer matrimonio con alguien de un pueblo que no amaba a Dios.
En nuestra vida debemos tener cuidado con ciertas decisiones que tomamos. Es cierto que es inevitable tener contacto o relación con personas que no aman a Dios, hay una delgada línea entre amarlos y tratarlos como parte de la creación de Dios, a formar alianzas espirituales con ellos.
Oración: Señor, ayúdame a no discriminar a nadie, a tratar con amor y respeto a todas las personas, pero también a honrarte y tener cuidado de escoger a mi cónyuge, a algún socio, por amor a ti y a tu Palabra. En el nombre de Jesús, amén.
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