LOS MUROS CAERÁN

 

Josué 6:1-7

"Las puertas de Jericó estaban bien aseguradas por temor a los israelitas; nadie podía salir o entrar. 

Pero el Señor le dijo a Josué: «¡He entregado en tus manos a Jericó, y a su rey con sus guerreros! 

Tú y tus soldados marcharán una vez alrededor de la ciudad; así lo harán durante seis días. 

Siete sacerdotes llevarán trompetas hechas de cuernos de carneros, y marcharán frente al arca. El séptimo día ustedes marcharán siete veces alrededor de la ciudad, mientras los sacerdotes tocan las trompetas. 

Cuando todos escuchen el toque de guerra, el pueblo deberá gritar a voz en cuello. Entonces los muros de la ciudad se derrumbarán, y cada uno entrará sin impedimento».

Josué hijo de Nun llamó a los sacerdotes y les ordenó: «Carguen el arca del pacto del Señor, y que siete de ustedes lleven trompetas y marchen frente a ella». 

Y le dijo al pueblo: «¡Adelante! ¡Marchen alrededor de la ciudad! Pero los hombres armados deben marchar al frente del arca del Señor»."

Dios le da instrucciones específicas a Josué sobre el ataque a la ciudad de Jericó. 

¿Qué nos dice esto sobre el carácter de Dios? Él demanda obediencia. Más allá de lo que pueda parecer "sabio" para nosotros o no. Él lo que quiere es que confiemos en Él. Hay pasajes similares en la Biblia donde a la persona que se le da instrucciones pareciera dudar. Naamán cuando fue sanado de su lepra al principio no quería bañarse en el río Jordán. Pero Dios quiere obediencia...

Para que los muros de pecado caigan en nuestra vida es necesaria una cosa: OBEDIENCIA. Si Dios te dice que el amor al dinero es la raíz de todos los males, no amemos el dinero. Si Dios dice que honrar a nuestros padres nos traerá larga vida, pues honremos a nuestros padres. Cada promesa de Dios va unida a una condición. La mayoría de las veces nos queremos saltar la condición. Pero el Reino de Dios no funciona así. "Lo que cada persona siembre, eso cosechará".

Así que procuremos sembrar en el Reino para poder cosechar. Obedezcamos a Dios y su Palabra, y preparémonos para ver los muros de pecado caer completamente.