lunes, 13 de enero de 2014

DEJA QUE DIOS SEA TU GUÍA


Cuando Jesús vino a la tierra, siempre supo lo que había que hacer, porque Él sólo hacía lo que veía a su Padre hacer. Como nuestro Señor, podemos confiar en que Él nos guía por el camino correcto todos los días.

El Salmo 48:14 dice que ¡Dios nos guiará hasta la muerte! 


¡Qué maravilloso es saber que tenemos un guía para que nos lleve a un destino de esta vida a la siguiente.

Cuando se viaja a lugares turísticos pero desconocidos, se suele contratar a un guía. Se puede decidir explorar por propia cuenta, pero si lo haces te darás cuenta muy pronto que es una completa pérdida de tiempo. Pasarás la mayor parte del día perdido, tratando desesperadamente de encontrar el camino de vuelta, y perdiéndote de lo mejor del viaje.

A veces pienso que tratamos a la vida de la misma manera que un viaje como el anterior. Siempre es más fácil seguir a un guía experimentado que vagar sin rumbo por nuestra propia cuenta. En lugar de ir a tu manera, haz lo que ves a tu Padre hacer, y deja que Él te guíe. Dios está comprometido a guiarnos, por lo que es evidente la importancia que lo sigamos.


El día de hoy te invito a que hagas el firme propósito de pedirle al Dios que es nuestro guía y nuestra luz a que te lleve de la mano por el camino de la vida. No hay satisfacción más grande que una vida rendida a los pies de Dios, dejándose guiar y orientar por Él. 


¿Dejas que Dios sea tu guía?
 
Oración: Dios, yo no quiero vivir la vida como un turista sin guía, sin rumbo y a mi manera. Sólo Tú me puedes mostrar lo que debo hacer y cómo vivir, por lo que opto por seguir Tu guía todos los días. Me arrepiento de las veces en que he decidido llevar mi vida por mi propia cuenta, hoy reconozco que sólo en Ti se encuentra el verdadero camino. Gracias por orientarme y llevarme por tus caminos de justicia. En el nombre de Jesús te doy gracias.

Amén.


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