LA VERDAD NOS HACE LIBRES

Muchas personas hoy en día ni siquiera se molestan en pensar racionalmente acerca de lo que creen y terminan construyendo toda su vida sobre creencias que simplemente no son verdad. Ya sea que lo digan los medios de comunicación, una celebridad o un grupo de amigos, esas cosas se convierten en "verdad" para ellos.

Creer lo que otros dicen en lugar de explorar la Palabra de Dios por sí misma en realidad te limitará e incluso te impedirá hacer lo que Dios te creó para hacer. Pero si quieres luchar por la verdad, la abrazas y construyes tu vida sobre ella, tendrás éxito en todo lo posible.

Acá te va algo impresionante. 


Hechos 17:11
"Los de Berea tenían una mentalidad más abierta que los de Tesalónica y escucharon con entusiasmo el mensaje de Pablo. Día tras día examinaban las Escrituras para ver si Pablo y Silas enseñaban la verdad."

¡Impresionante lo de los habitantes de Berea! Y es algo que nos enseña a nosotros también a examinar TODO a la Luz de la Palabra de Dios. Aún lo que alguien nos puede estar enseñando en el nombre de Dios, debemos de examinarlo con la ayuda del Espíritu Santo para saber si realmente nos están instruyendo con la sana doctrina.



Si deseas permanecer sintonizado con la Verdad de Dios, tú tienes que hacer de la comunicación con Él una prioridad en tu agenda diaria. Eso te dará fuerza suficiente para comunicarte con Él con frecuencia a través de la oración, la lectura de su Palabra, la adoración y el simple reconocimiento de su presencia y orientación durante todo el día.

Cuando conoces a Dios, tú sabes la Verdad. Vivir en su verdad traerá la paz, la libertad y la alegría a tu vida. Jesús lo dijo en Juan 8:32: "Y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres"

Oración: Dios, yo no quiero estar limitado por mis pensamientos y creencias sobre lo que es verdadero. Tú eres la única fuente de la verdad. Al pasar el tiempo en comunicación contigo, muéstrame y guíame en Tu Verdad. Al conocer la Verdad también podré hablar e instruir a los demás en el nombre de Tu Hijo amado. En el nombre de Jesús, muchas gracias. Amén.