miércoles, 15 de junio de 2016

EL DIOS QUE PELEA POR NOSOTROS



Génesis 14:20
"Y bendito sea el Dios Altísimo
que entregó a tus enemigos en tu mano."

 
El juego de números en la Biblia no puede ser muy lógico. ¿Puede una familia luchar contra cuatro naciones? La historia de hoy declara: "¡Sí!" Si Dios está de su lado. El pasaje también nos revela la actitud correcta del victorioso.

Por el bien de su sobrino, Lot, Abram tomó una acción militar contra cuatro reyes. Él no se sentó primero a calcular sus posibles ganancias o pérdidas. Su preocupación por su sobrino era mayor que el sentido común. Tomó sus 318 hombres a la guerra. Por supuesto Abram tenía un hogar muy grande, pero eso no era nada comparado con cuatro ejércitos nacionales. Lo que tenía era confianza... y a Dios de su lado.

 
Algunos pueden atribuir exclusivamente la victoria al talento de Abram como estratega militar. No hay duda de que era uno de esos líderes, pero démonos cuenta que el sumo sacerdote Melquisedec de Dios atribuyó la victoria a la intervención divina. "Bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano" (v 20). La historia nos recuerda Gedeón y sus 300 hombres. "Con los trescientos hombres, yo salvaré, y entregaré a los madianitas en tus manos" (Jueces 7: 7). La victoria está asegurada cuando Dios está detrás de nuestra batalla contra el enemigo.

Tomémonos un momento hoy para recordar un momento en que la mano de Dios ganó una batalla por ti. Oremos también por los grupos de personas que son minorías bajo la opresión de los regímenes dictatoriales, para que Dios los fortalezca y guarde.

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