Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
viernes, 10 de junio de 2016
JUVENTUD
1 Timoteo 4:12
"No permitas que nadie menosprecie tu juventud; antes, sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, fe y pureza."
Las opiniones de los jóvenes no se toman generalmente demasiado en serio en nuestra sociedad. ¿Qué pueden hacer los creyentes que son jóvenes en edad para ganar el respeto dentro de una cultura? ¿Cómo pueden ser buenos ministros de Cristo?
Un buen ministro de Cristo debe conocer la palabra de Dios y vivir a diario con el fin de ganarse el respeto de los demás. Él tiene que ser enseñado y entrenado en la aplicación de la Palabra de Dios en todas las áreas de la vida. Él tiene que ser capaz de enseñar la palabra de manera efectiva a los demás.
Eso es una tarea difícil, especialmente para una persona joven como Timoteo, pero que no estaba solo. Dios daría habilidad especial por medio de su Espíritu Santo para permitir a sus hijos estar a la altura de su alta vocación.
El peligro es que se distraiga por los mitos y "cuentos de viejas" o habladurías que no traen ningún beneficio. El antídoto es cultivar la piedad en el habla y en la conducta. Timoteo no tenía que dejarse intimidar por la enormidad de su tarea asignada, sino perseverar y ser diligente en su ejecución. El tiempo demostrará a los escépticos lo que se gana si perseveramos y avanzamos en la vivencia de la palabra de Dios.
La piedad es vivir para Dios y compartir su palabra.
Oremos por todos los jóvenes cristianos, especialmente los que enseñan la palabra de Dios para que puedan dar un buen ejemplo que otros puedan seguir.
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