lunes, 6 de junio de 2016

ESPERANZA AÚN PARA EL "PEOR PECADOR"




1 Timoteo 1:15
"Palabra fiel y digna de ser aceptada por todos: Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, entre los cuales yo soy el primero."


 

Muchos cristianos en Asia y el mundo en general provienen de familias y comunidades no cristianas. Algunos de nuestros seres queridos, incluyendo nuestros padres, son devotos seguidores de otras religiones o son "libre-pensadores". Toleran nuestra nueva fe en el mejor de los casos o nos persiguen activamente en el peor. Nosotros podemos perder la esperanza de que alguna vez veremos venir al Señor.

Pablo era un blasfemo y violento perseguidor de los cristianos. Pero fue tocado y transformado por la gracia, la misericordia, el amor y la fe que Cristo derramó sobre él. Cristo vino a salvar a los pecadores y Pablo afirmó que era el "primero" (por no decir el peor).

Cristo no sólo le condujo lejos de sus antiguos caminos de pecado, sino que lo nombró a su servicio también. Pablo fue cambiado de ser el "primero de los pecadores" en el más grande apóstol y misionero de la iglesia primitiva. No hay nadie demasiado corazón duro que Cristo no pueda cambiar.

Cuando las cosas se pusieron difíciles, Pablo enfocó sus ojos en Dios y Cristo, el gran Rey, y su fuerza y ​​el valor se renovaron. Él pudo seguir e instó a Timoteo a hacer lo mismo. No debemos renunciar a nuestra fe, incluso cuando seamos perseguidos vamos a pelear la buena batalla y a aferrarnos a Cristo hasta el final. Si Cristo podía salvar a Pablo, el peor de los pecadores, Él puede salvar a TODOS.

Oremos hoy por los corazones duros de no creyentes en nuestra familia, amigos o incluso perseguidores de los hijos de Dios. Pidamos a Dios que les dé un "camino de Damasco" y que tengan un encuentro con el Cristo resucitado y que no tarden en amarle y servirle.

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