INTERCESORES

Génesis 18:32
"Entonces dijo Abraham: No se enoje ahora el Señor, y hablaré sólo esta vez; tal vez se hallen allí diez. Y El respondió: No la destruiré por consideración a los diez."

En el pasaje de hoy, vemos a Abraham en su papel hacia el exterior intercediendo por los habitantes de Sodoma y Gomorra.

El capítulo informa sobre la visita de Dios a Abraham y Sara. Hay una breve narración sobre cuando Sara se ríe, seguido por un relativamente largo episodio de Sodoma y Gomorra. La mención acerca de la risa de Sara podría ser un recordatorio de los efectos potencialmente devastadores de tomar las palabras de Dios a la ligera.

El justo y el malo son separados. En este contexto, los justos a los que se refiere la Escritura es a las personas que vivían de acuerdo con las reglas de Dios. Dios planteó la cuestión de hacer lo que es correcto y consideraba justos a los hijos de Abraham y  su casa después de él (v 19). En otras palabras, con su nuevo papel como el "padre de una multitud", Abraham debe centrarse en la transmisión de la fe a la siguiente generación.

Las palabras clave que se utilizan para describir Sodoma y Gomorra son "gran protesta" y "grave pecado". Estas palabras implican la existencia de injusticia social y abominaciones en las ciudades. Abraham estaba ahora preocupado por el futuro de los "no-elegidos", especialmente los justos. Las ciudades fueron condenadas, no por su falta de fe, sino por la forma en que trataban a sus semejantes. Abraham rogó a Dios por misericordia, pero pronto se dio cuenta de que no había suficientes personas justas para revertir la situación.

Como pueblo elegido de Dios, hemos de dirigir nuestros hogares para que guarden el camino del Señor. Intercedamos por el pueblo o ciudad en la que vivimos.

Oremos especialmente por los miembros de nuestra familia que no están en la fe.