domingo, 15 de enero de 2017

... COMO CRISTO AMÓ A LA IGLESIA




Efesios 5:25
"Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella."

¡Qué ejemplo de oro Cristo da a sus discípulos! Pocos amos podrían aventurarse a decir: "Practica mi enseñanza, imita mi vida". Pero como la vida de Jesús es la transcripción exacta de la virtud perfecta, puede señalarse a sí mismo como el modelo de la santidad, así como el maestro de ella. 

El cristiano no debe tomar nada menos que Cristo por  modelo. Bajo ninguna circunstancia deberíamos estar contentos si no reflejamos la gracia que estaba en Él. Como un marido, el cristiano debe mirar el retrato de Cristo Jesús, y Él debe pintar según esa copia. El verdadero cristiano es un esposo tal como Cristo fue para su iglesia. El amor de un esposo es especial. El Señor Jesús da a la iglesia un afecto peculiar que se le impone sobre el resto de la humanidad: "Yo ruego por ellos, no ruego por el mundo". La iglesia elegida es la favorita del cielo, el tesoro de Cristo, la corona de su cabeza, el brazalete de su brazo, el pectoral de su corazón, el centro mismo y el núcleo de su amor. Un esposo debe amar a su esposa con un amor constante, pues así Jesús ama a su iglesia. No varía en su afecto. Puede cambiar en su muestra de afecto, pero el afecto sigue siendo el mismo. Un esposo debe amar a su esposa con un amor duradero, porque nada "podrá separarnos del amor de Dios, que es en Cristo Jesús nuestro Señor". 

Un verdadero esposo ama a su esposa con un amor cordial, ferviente e intenso. No es un simple afecto mostrado sólo con palabras. Creyente, te maravillas del amor de Jesús. Lo admiras.. ¿Lo estás imitando? ¿En tus relaciones domésticas está la regla y la medida de tu amor:  "Así como Cristo amó a la iglesia"?

No hay comentarios:

Publicar un comentario