Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
viernes, 6 de enero de 2017
EXTRANJERO
Salmos 39:12
"Oye mi oración, oh Jehová, y escucha mi clamor.
No calles ante mis lágrimas;
Porque forastero soy para ti,
Y advenedizo, como todos mis padres."
Oración: Señor, el hombre te olvida, te deshonra, establece nuevas leyes y costumbres ajenas, y no te conoce. Cuando tu querido Hijo vino a los suyos, los suyos no le recibieron. Él estaba en el mundo, y el mundo fue hecho por Él, y el mundo no le conoció.
Teniendo esto en cuenta, no es maravilla, entonces, si yo a veces me siento extranjero acá en la tierra, o siento que no pertenezco. Señor, no sería un ciudadano donde Jesús fue un extranjero. Su mano traspasada ha aflojado las cuerdas que alguna vez ataron mi alma a la tierra, y ahora me encuentro peregrinando, esperando llegar a la morada celestial. Pero lo mejor de todo es esto: Yo soy un extraño contigo. Tú eres mi prójimo, mi compañero peregrino. ¡Oh, qué alegría vagar en tan bendita sociedad! Mi corazón arde dentro de mí por el camino cuando me hablas a mí, y aunque soy un extranjero, soy mucho más feliz que los que se sientan en tronos, y mucho más en casa que los que habitan en sus casas de lujo.
Mi país está en cada clima, en cada lugar donde estás. Puedo estar tranquilo y libre de cuidado en cualquier orilla, ya que tú, Señor estás allí. Mi lugar está contigo... tú eres mi patria y mi hogar. Bendito seas.
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