Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
martes, 31 de enero de 2017
EL AMOR DE CRISTO
Efesios 3:19
"... Y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios."
El amor de Cristo en su dulzura, su plenitud, su grandeza, su fidelidad, supera toda comprensión humana. ¿Dónde se hallará el lenguaje que describa su incomparable amor inigualable hacia los hijos de los hombres? "¡Oh, amor, abismo insondable!" Porque este amor de Cristo es ciertamente inmenso e insondable; Nadie puede alcanzarlo. Él nos alcanza antes a nosotros
Para tener alguna idea correcta del amor de Jesús, debemos entender su gloria anterior en su altura de majestad, y su encarnación sobre la tierra en todas sus profundidades de vergüenza. Pero, ¿quién puede decirnos la majestad de Cristo? Cuando estaba entronizado en los más altos cielos, era Dios mismo sobre todas las cosas. Por Él fueron hechos los cielos, y todas sus huestes. Su propio brazo todopoderoso sostuvo las esferas. Las alabanzas de los querubines y los serafines lo rodeaban perpetuamente. El coro lleno de los aleluyas del universo fluía incesantemente al pie de su trono: Reinaba supremo sobre todas sus criaturas, Dios sobre todos, bendito para siempre. ¿Quién puede decir su altura de gloria entonces? ¿Y quién, por otra parte, puede decir cuán bajo ha descendido?
Sangrar, morir y sufrir, esto era mucho para el que era el Hijo de Dios. Pero sufrir semejante agonía incomparable, soportar una muerte de vergüenza y deserción por parte de su Padre, ésta es una profundidad de amor condescendiente que la mente más inspirada no puede comprender. ¡Aquí está el amor!
Y verdaderamente es el amor el que "transciende el conocimiento". Oh, que este amor llene nuestros corazones de agradecimiento y nos conduzca a manifestaciones prácticas de su poder. Así sea.
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