miércoles, 25 de enero de 2017

¿TRAIDOR?



Lucas 22:48
"Entonces Jesús le dijo: Judas, ¿con un beso entregas al Hijo del Hombre?"


Los besos de un enemigo son engañosos. Debemos estar en guardia cuando el mundo ponga un rostro amoroso, porque si es posible, nos traicionará como lo hizo con nuestro Maestro, con un beso. Cada vez que un hombre está a punto de apuñalar a alguien, por lo general profesa una gran reverencia hacie esa persona. Permíteme que te advierta sobre tener cuidado de la hipocresía de cara lisa que es portadora de la armadura de la herejía y la infidelidad. Conociendo el engaño de la injusticia, debemos ser sabios para detectar y evitar los designios del enemigo. 


¿Y si yo fuera culpable del mismo pecado que Judas, ese hijo de perdición? He sido bautizado en el nombre del Señor Jesús. Soy miembro de su Iglesia visible. Me siento a la mesa de la comunión: Con mi alabanza lo lleno de besos. ¿Soy sincero en ellos? Si no, soy un traidor de base. ¿Vivo en el mundo tan descuidado como otros, y sin embargo hago una profesión de ser un seguidor de Jesús? Entonces seguro que soy de los que exponen la vida espiritual al ridículo y llevo a los hombres a hablar mal del Santo Nombre por el cual me llaman: Cristiano.


Seguramente si actúo de manera inconsistente yo soy un Judas, y sería mejor para mí que nunca había nacido. ¿Me atrevería a estar claro en este asunto? Entonces, oh Señor, ayúdame. Señor, hazme sincero y verdadero. Guardadme de todo camino falso. Nunca me dejes traicionar a mi Salvador. Yo te amo, Jesús, y aunque a menudo te afligiré, sin embargo, deseo permanecer fiel incluso hasta la muerte. Oh Dios, prohíbe que yo sea un profesor de gran altura, y luego caiga al lago de fuego, porque traicioné a mi Maestro con un beso. Así sea Señor.

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