lunes, 22 de mayo de 2017

HERMOSO




Cantares 1:16
"He aquí que tú eres hermoso, amado mío, y dulce;
Nuestro lecho es de flores."


De todos los puntos nuestro Amado es más que amoroso y justo. Nuestras diversas experiencias son entendidas por nuestro Padre celestial para proporcionar nuevos puntos de vista desde los cuales podemos ver la hermosura de Jesús. ¡Cuán amables son nuestras pruebas cuando nos llevan a lo alto donde podemos obtener visiones más claras de Jesús de lo que la vida ordinaria nos podría permitir! 


Tanto en los triunfos de la vida: En un nuevo empleo, una promoción, una graduación. Pero también en la languidez de una cama enferma, en los límites de la tumba, en los sufrimientos. Muchos de sus santos lo han visto desde la penumbra de las mazmorras y de las llamas rojas de la hoguera, pero nunca han pronunciado una mala palabra de Él, sino que han muerto exaltando sus encantos superantes.

¿No es indescriptiblemente agradable ver al Salvador en todos nuestros oficios y percibirlo inigualable en cada uno de ellos? En el pesebre y en la eternidad, en la cruz y en su trono, en el jardín y en su reino, entre los ladrones o en medio de los querubines, está en todas partes, siempre velando por nuestro bien. Examina cuidadosamente cada pequeño acto de Su vida, y cada rasgo de Su carácter, y él es tan hermoso como majestuoso. 

La eternidad no descubrirá la sombra de algún lugar en nuestro Amado, sino que, a medida que los tiempos giran, sus gloria oculta brillará con un esplendor todavía más inconcebible, y su indescifrable belleza arrasará cada vez más a todas las mentes celestiales. ¡Él es hermoso! Es nuestro Dios.

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