Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
sábado, 6 de mayo de 2017
JUSTIFICADOS
Hechos 13:39
"Y que de todo aquello de que por la ley de Moisés no pudisteis ser justificados, en Él es justificado todo aquel que cree."
El creyente en Cristo recibe una justificación presente. La fe no produce este fruto hasta el final, sino ahora.
El ladrón en la cruz fue justificado en el momento en que volvió el ojo de la fe a Jesús. Y Pablo, el anciano, después de años de servicio, no era más justificado que el ladrón sin ningún servicio. Hoy somos aceptados en el Amado, hoy, si creemos somos absueltos del pecado...
Pero esto es parte del maná en el desierto, una porción de nuestro alimento diario con el que Dios nos provee en nuestro viaje de ida y vuelta. Ahora estamos perdonados, incluso ahora están nuestros pecados puestos a un lado. Aun ahora estamos en la vista de Dios como aceptados, como si nunca hubiéramos sido culpables. "Ahora pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús". Esta noticia es extraordinaria, y nos debe motivar a vivir para Dios.
No hay pecado en el Libro de Dios, ni siquiera ahora, contra uno de su pueblo. ¿Quién se atreve a poner algo a tu cuenta? No hay punto, ni mancha, ni arruga, ni cosa semejante sobre un creyente en la materia de la justificación a la vista del Juez de toda la tierra.
Que el privilegio presente nos despierte para servirle y amarle y, mientras dure la vida, gastemos nuestras fuerzas y vivamos para nuestro dulce Señor Jesús.
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