Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
viernes, 12 de mayo de 2017
NOS ESCOGIÓ
Isaías 41:9
"Porque te tomé de los confines de la tierra, y de tierras lejanas te llamé, y te dije: Mi siervo eres tú; te escogí, y no te deseché."
Si hemos recibido la gracia de Dios en nuestros corazones, su efecto práctico ha sido hacernos siervos de Dios. Podemos ser siervos infieles, ciertamente no seríamos provechosos, pero sin embargo, bendito sea su nombre, podemos ser sus siervos fieles, vestidos con su libertad, alimentados a su mesa, y obedeciendo sus mandamientos. Fuimos una vez los siervos del pecado, pero el que nos hizo libres ahora nos ha llevado a su familia y nos enseñó la obediencia a su voluntad.
No servimos a nuestro Maestro perfectamente, pero lo haríamos si pudiéramos. Cuando oímos la voz de Dios diciéndonos: "Tú eres mi siervo", podemos responder como David: "Yo soy tu siervo, tú soltaste mis ataduras". Pero el Señor nos llama no sólo a ser sus siervos, sino sus escogidos: "Yo te he elegido", nos dice.
No lo hemos elegido primero, sino que Él nos ha escogido. Si somos siervos de Dios, no siempre lo fuimos. A la gracia soberana debe ser atribuido nuestro cambio. El ojo de soberanía nos señaló, y la voz de la gracia inmutable declaró: "Te he amado con amor eterno". Antes de que el tiempo comenzara o se creara el espacio, Dios había escrito sobre su corazón los nombres de su pueblo elegido, los había predestinado a ser conformados a la imagen de su Hijo, y los había ordenado herederos de toda la plenitud de Su amor, Su gloria.
Qué bello nuestro Dios. Comprendió que nuestros corazones eran malos, y sin embargo, hizo la elección. ¡Ah! Nuestro Salvador no es amante inconstante. No se siente encantado por un tiempo con algunos destellos de belleza del ojo de su iglesia, y después la rechaza por su infidelidad. No, se casó con ella desde y hasta la eternidad; Y está escrito de Jehová: "El odia desechar".
La elección eterna de tener una relación con Dios es un vínculo que debería desatar nuestra gratitud y servicio por siempre.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario