jueves, 4 de mayo de 2017

MI PORCIÓN



Salmos 119:57
"Mi porción es Jehová;
    He dicho que guardaré tus palabras."


Mira tus bienes, oh creyente, y compara tu porción con la suerte de tus semejantes. Algunos de ellos tienen su porción en el campo. Son ricos, y sus cosechas les dan ganancias ilimitadas. Pero ¿qué cosechas comparas con tu Dios, que es el Dios de las cosechas? ¿Qué son los graneros que estallan en comparación con Él, que es el dueño de todo, y te puede alimentar con el pan del cielo? 


Algunos tienen su porción en la ciudad; Su riqueza es abundante y fluye hacia ellos en constantes corrientes, hasta que se convierten en un depósito de oro. Pero ¿qué es el oro comparado con tu Dios? No podrías vivir de él, no puedes comerlo. Tu vida espiritual no podría ser sostenida por él

Tú y yo tenemos a Dios, y en él tenemos más de lo que el oro o las riquezas jamás podrían comprar. Algunos tienen su porción en aplausos y fama... Pero pregúntate, ¿no es tu Dios más para ti que eso? ¿Qué pasaría si una multitud te abriera paso con aplausos? ¿Esto te prepararía para pasar el Jordán, o para darte fe? No, hay penas en la vida que la fama no puede aliviar. Pero cuando tienes a Dios por tu porción, más que todo lo demás has juntado. En Él se cumplen todos los deseos, ya sea en la vida o en la muerte. 

Con Dios como tu porción eres realmente rico, porque Él suplirá tu necesidad, consolará tu corazón, aliviará tu dolor, guiará tus pasos, estará contigo en el valle oscuro, y luego te llevará a casa, para disfrutarlo como tu porción para siempre. -Yo tengo bastante -dijo Esaú-. Esto es lo mejor que un hombre mundano puede decir, pero Jacob responde: "Tengo todas las cosas", que es lo que tenemos cuando Dios está de nuestro lado.

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