Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
miércoles, 17 de agosto de 2016
EL VIVIR ES CRISTO
Filipenses 1:21
"Pues para mí, el vivir es Cristo y el morir es ganancia."
El creyente no siempre ha vivido para Cristo. Comenzó a hacerlo cuando Dios, por medio del Espíritu Santo lo convenció de pecado, y cuando por gracia fue llevado a ver al Salvador morir haciendo propiciación por su culpa. Desde el momento del nuevo nacimiento el hombre comienza a vivir a Cristo. Jesús es para los creyentes la perla de gran valor, para los que estamos dispuestos a desprendernos de todo lo que tenemos con tal de no perderlo a Él.
Las palabras de Pablo significan mucho más de lo que la mayoría de los hombres piensan; dan a entender que el objetivo y el fin de su vida era Cristo - o mejor dicho, su vida sí era Jesús. Jesús era su aliento, el alma de su alma, el corazón de su corazón, la vida de su vida. ¿Podríamos decir nosotros, que vivimos de acuerdo con esta idea? ¿Podríamos decir honestamente que nuestra vida es Cristo? Nuestros negocios, nuestras amistades, nuestras acciones... ¿Las estamos haciendo por Cristo?
Oración: Señor, aquí estoy. Quiero vivir completamente para tí, quiero estar dispuesto a ir a donde me llames, que mi respuesta a tu llamado siempre sea: "Cuenta conmigo, aquí estoy". En el nombre de Jesús, amén.
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