YO SOY DE CRISTO

1 Corintios 3:23
"Y vosotros de Cristo, y Cristo de Dios."

Eres de Cristo, Dios te adquirió con precio de sangre, te redimió con el valor más alto de la historia, con el único propósito de justificarte y perdonarte. Esto debe ser razón suficiente para cuando la tentación de pecado venga, y nosotros podamos responder, "No puedo hacer este grande mal, porque yo soy de Cristo." 

Podemos permanecer firmes en el día malo, recordando que somos de Cristo. Cuando estemos a punto de renunciar a hacer el bien, a ser una persona íntegra, podemos decir: "No, no puedo parar, porque yo soy de Cristo". Cuando el canto de la sirena de placer nos quiera desviar del camino, podemos responder "Tu música no me puede encantar, yo soy de Cristo." 

Así como cuando estás orgulloso de estudiar en alguna institución específica, o de tener un buen puesto de trabajo en una empresa reconocida, así pero multiplicado debe ser tu motivación y tu alegría al reconocer que eres de Cristo.

Fuiste comprado, comprado con alto precio. No hay valor más grande en tu vida que éste: Fuiste comprado con la sangre de Cristo. Eres de Cristo.