sábado, 13 de agosto de 2016

LA LUZ



Génesis 1:3
"Entonces dijo Dios: Sea la luz. Y hubo luz."


Esta mañana nos dimos cuenta de la bondad de la luz. "Vio Dios que la luz era buena". Si el Señor te ha dado la luz, querido lector, es para que tú puedas hacer una clara diferencia en tu vida entre la luz y la oscuridad. Delicioso es para el creyente saber que el ojo de Dios está puesto con ternura observadora de esa obra de gracia que ha comenzado. Él nunca pierde de vista el tesoro que ha puesto en nuestras vasijas de barro. 


A veces no podemos ver la luz, pero Dios siempre ve la luz, y es mucho mejor que nuestra mirada. Es posible que estemos suspirando y gimiendo a causa del pecado innato, y que en nuestra vida haya duelo y oscuridad, sin embargo, el Señor ve "luz" en nuestro corazón, porque Él la ha puesto ahí, y toda la nubosidad y la oscuridad de nuestra alma no puede ocultar su luz de su amable ojo. 

Es posible que estés hundido en el abatimiento e incluso la desesperación; pero hoy la exhortación es que permitas que Cristo vaya a habitar a tu corazón y esa luz se haga muy brillante para tí y los que te rodean. La luz en tu interior será el amanecer de un día eterno.

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