2 Reyes 6:6
"Entonces el hombre de Dios dijo: ¿Dónde cayó? Y cuando le mostró el lugar, cortó un palo y lo echó allí, e hizo flotar el hierro."
La cabeza de hacha parecía irremediablemente perdida, y, como era prestada, el honor de la banda profética era probable que fuera puesta en peligro, por lo que el nombre de su Dios se vería comprometido. Contrariamente a todas las expectativas, el hierro salió desde la profundidad de la corriente: flotó; cosas imposibles para el hombre son posibles para Dios.
Conozco a una familia creyente que estaba en una situación financiera grave, incapaz de satisfacer todas las demandas, pero confió en Dios y mandó provisión divina: El hierro flotó una vez más. Otra persona: Un varón muy duro, que no quería saber nada de Dios. Sus hijas oraron por él y lo llevaron a una actividad evangelística. Doblegó su corazón, dobló sus rodillas y aceptó a Cristo Jesús. El hierro flotó otra vez...
Amado lector, ¿cuál es tu caso desesperado? ¿Crees que es imposible? El Dios de los profetas vive, y vive para ayudar a sus santos. ¡Cree en Jehová de los ejércitos!El mismo que hizo flotar el hierro quiere mostrarte que nada es imposible. Confía en Dios, y Él hará.
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