Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
viernes, 28 de octubre de 2016
AFLICCIONES
2 Corintios 1:5
"Porque de la manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así abunda también por el mismo Cristo nuestra consolación."
Problemas... ¿Quién no los ha tenido? En este mundo lamentablemente hemos de pasar por aflicciones como una enfermedad, escasez, tristeza o situaciones similares. Muchas personas "venden" el evangelio como una varita mágica: "Si vienes a Cristo ya no tendrás problemas", y eso no es cierto...
Veamos ejemplos de los primeros cristianos del siglo I. Santiago, Esteban, Pablo, etc... fueron personas que tuvieron muchas dificultades. El seguir a Cristo no significa que los problemas nos dejarán súbitamente, es una mala forma de anunciar el evangelio. Pero tampoco significa que tendremos más problemas. Las situaciones y circunstancias de la vida que nos pasan tienen un propósito: Que Dios se glorifique, que moldee nuestro carácter, que testifiquemos de su providencia, etc... La verdad es que las razones sólo el Señor las sabe, PERO lo que sí es cierto es que cuando somos creyentes y tenemos dificultades ya no las afrontamos solos, desprotegidos, sin esperanza. Dios ha prometido estar con nosotros. Cristo ya sufrió muchas cosas y nos puede comprender. El Espíritu Santo ha sido derramado sobre nosotros y nos va a ayudar a soportar y encarar las pruebas de una forma diferente.
Así que no te preocupes, no tengas miedo "de lo que puede venir". Si estás en Cristo, verás las cosas desde la perspectiva celestial, es decir, como una circunstancia temporal que te ayudará a acercarte a Dios. ¡Que así sea en tu vida!
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