Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
sábado, 29 de octubre de 2016
TÚ ERES MI FUERZA, TÚ ERES MI AYUDA
Juan 14:16
"Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre."
El Gran Padre se reveló a los creyentes del Antiguo Testamento antes de la venida de su Hijo, y era conocido para Abraham, Isaac y Jacob como el Dios Todopoderoso. Entonces vino Jesús... En el momento de la ascensión del Redentor, el Espíritu Santo se convirtió en el jefe de la dispensación actual, y su poder se manifestó gloriosamente en y después de Pentecostés.
Se mantiene hasta estos días como el "Dios-con-nosotros", que habita en y con su pueblo, guiando y gobernando en medio de ellos. ¿Será que su presencia es reconocida como debería ser? ¿Siempre miramos hacia Él, tanto para nuestra vida interior como para nuestro servicio hacia afuera con la dependencia respetuosa que se merece? ¿No nos pasa que a veces corremos lejos antes de su llamada y actuamos a veces de una forma independiente? Humillémonos esta tarde y pidamos perdón si hemos estado viviendo lejos de Su Presencia y lejos de la llenura del Espíritu Santo.
El Espíritu Santo no es un regalo temporal, algo que puede ser opcional para nosotros. Es lo que más nos hace falta si queremos vivir una vida en Santidad y agradable ante los ojos de Dios. Hoy es un buen día para pedir su llenura y que sigamos en esta tierra con Su Ayuda y Consuelo. ¡Espíritu Santo y Consolador, ven!
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