Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
lunes, 24 de octubre de 2016
SABER VIVIR EN ABUNDANCIA
Filipenses 4:12
"Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad."
Hay muchos que saben "vivir humildemente" pero que no han aprendido a vivir en abundancia. Cuando están puestos en la parte superior de un pináculo de sus cabezas se crecen, se marean, y están a punto de caer. El cristiano deshonra mucho más a menudo sus creencias en la prosperidad que en la adversidad. Es una cosa peligrosa el ser próspero.
Solemos abandonar a Dios cuando tenemos en abundancia, más que cuando no tenemos. Sin embargo, esto no es una cuestión de necesidad, pues el apóstol nos dice que sabía vivir en abundancia. Cuando tuvo mucho sabía cómo usarlo. La abundante gracia le permitió soportar la prosperidad abundante. Es una lección divina este tema, recordemos que los israelitas estaban llenos una vez, pero mientras la carne estaba aún en su boca, la ira de Dios vino sobre ellos. Muchos han pedido misericordias que pudieran satisfacer la dureza de su corazón. La saciedad de pan a menudo ha provocado disoluciones de espíritu. Cuando tenemos gran parte de misericordias providenciales de Dios, a menudo sucede que tenemos muy poco de la gracia de Dios, y poca gratitud por los dones que hemos recibido. Estamos llenos y nos olvidamos de Dios. Hermanos, esto no debiera ser así.
Tengamos cuidado de lo que le pedimos a Dios y cómo reaccionamos cuando nos lo da. "Que los dones que Su amor otorga, no nos hagan alejar el corazón de Él." Amén.
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