Oseas 3:1
"Me dijo otra vez Jehová: Ve, ama a una mujer amada de su compañero, aunque adúltera, como el amor de Jehová para con los hijos de Israel, los cuales miran a dioses ajenos, y aman tortas de pasas."
Creyente, mira hacia atrás a través de toda la experiencia que has tenido viviendo con Dios, y recuerda la manera con que Jehová tu Dios te ha traído por el desierto, y cómo te ha alimentado y te ha cubierto todos los días. Cómo lidió con tus malos modales, cuando no querías sabe de Él, y a pesar de que muchas veces hemos ansiado regresar a "las ollas de carne de Egipto", Él nos ha dado maná celestial.
Piensa por un momento en cómo su gracia ha sido suficiente para ti en todos tus problemas, cómo su vara y su callado te han guiado. A pesar de que lo hemos negado y traicionado, nunca nos ha señalado. El que te ha amado y te indultado, nunca dejará de amarte. Él es el Alfa, y él será Omega también: él es primero, y será el último. Por lo tanto, mantente tranquilo cuando hayas de pasar por el valle de sombra de muerte, no temerás mal alguno, porque Él está contigo.
Sin duda, mientras meditamos sobre el amor del Señor, algo arderá en nuestro corazón dentro de nosotros, y vamos a anhelarlo... y amarlo más.
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