Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
martes, 7 de marzo de 2017
LOS FRUTOS DE NUESTRAS MANOS
Isaías 3:10
"Decid al justo que le irá bien, porque comerá de los frutos de sus manos."
Interesante cita bíblica. No dice: "Los justos recibirán el pan en su boca". No dice que lo encontrarán mágicamente o sin esfuerzo alguno. En cambio, dice que podrán comer del fruto de sus manos. El Dios amoroso quiere que nos esforcemos, no que esperemos como holgazanes.
Peor sería que trabajemos para alguien más. Que fuéramos esclavos, que no podamos disfrutar de lo que los talentos que Dios nos dio y que nos permiten obtener alguna remuneración en una empresa o un emprendimiento. Peor fuera que trabajáramos, explotados, para alguien más... Pero el Dios amoroso dice que a los justos (Según Pablo, los justificados por la sangre de Cristo), van a recibir y a comer del fruto de sus manos.
Tengamos siempre presente que Dios valora el trabajo, el esfuerzo, la constancia y la perseverancia. Si hasta el día de hoy no la tenemos o si en el fondo de nuestro corazón aborrecemos el trabajo, si sentimos que cada lunes es una pesadilla, que Dios nos ayude a cambiar nuestra forma de pensar... el trabajo es una bendición de Dios. Es el medio del que se vale para proveernos.
¿Nos puede dar algo como el maná del cielo? Sí, puede. Pero quiere que tengamos esa sensación de triunfo, de recibir la remuneración por un trabajo honrado. ¡Agradezcamos a Dios por nuestro trabajo y sigámonos esforzando!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario