Salmos 97:10
"Los que amáis a Jehová, aborreced el mal;
El guarda las almas de sus santos;
De mano de los impíos los libra."
Tú tienes buenas razones para "odiar el mal", porque sólo considera el daño te ha hecho ya. ¡Oh, qué mundo de maldad el pecado ha traído a tu corazón! El pecado te cegó para que no pudieras ver la belleza del Salvador... Te hizo sordo para que no pudieras escuchar las tiernas invitaciones del Redentor. El pecado convirtió tus pies en el camino de la muerte, y derramó veneno en la misma fuente de tu ser. Contaminó tu corazón, y lo hizo "engañoso por encima de todas las cosas, y desesperadamente perverso".
¡Oh, qué criatura eras cuando el mal había hecho todo lo posible contigo, antes de interponerse la gracia divina! Tú fuiste heredero de la ira como otros. Has corrido con la multitud para hacer el mal. Ésos eramos todos nosotros a decir verdad. Pero Pablo nos recuerda: "Mas vosotros sóis lavados, mas vosotros sóis santificados, mas vosotros sóis justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios".
Tenemos buenas razones, de hecho, para odiar el mal cuando miramos hacia atrás y vemos sus mortales labores. Tal daño nos hizo el mal, que nuestras almas se habrían perdido si el amor omnipotente no hubiera interferido para redimirnos. Incluso ahora es un enemigo activo, siempre mirando para hacernos daño, y arrastrarnos a la perdición. Por lo tanto, "odiad el mal", oh cristianos, a menos que deseemos problemas. Si quieres esparcir tu camino con espinas y plantar cardos en tu almohada de muerte, entonces olvidarás "aborrecer el mal". Pero si quieres vivir una vida feliz y junto al Señor, entonces camina en todos los caminos de la santidad, aborreciendo el mal hasta el fin.
Si realmente amas a tu Salvador y lo honras, entonces "aborrece el mal". No sabemos de ninguna cura para el amor del mal en un cristiano como abundante relación e intimidad con el Señor Jesús. Si pasas tiempo con Él, es imposible para ti estar en paz con el pecado. ¡Que Dios nos ayude hoy a evitar toda clase de maldad!
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