Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
domingo, 25 de junio de 2017
CUMPLE SU PALABRA
Números 11:23
"Entonces Jehová respondió a Moisés: ¿Acaso se ha acortado la mano de Jehová? Ahora verás si se cumple mi palabra, o no."
Dios había hecho una promesa positiva a Moisés que por el espacio de un mes entero Él alimentaría a la vasta hueste en el desierto con carne. Moisés, siendo alcanzado por un ataque de incredulidad, se pregunta si será posible. Miró a la criatura en lugar del Creador. ¿Pero el Creador espera que la criatura cumpla su promesa para Él? No. El que hace la promesa la cumple siempre por su omnipotencia sin ayuda.
Sus promesas no dependen para su cumplimiento de la cooperación insignificante del hombre. Podemos percibir de inmediato el error que Moisés cometió. Y sin embargo, ¡Regularmente hacemos lo mismo! Dios ha prometido proveer nuestras necesidades, y miramos a la criatura para hacer lo que Dios ha prometido hacer. Nos aflije no tener, nos preocupa vivir para trabajar, cuando Dios es el proveedor por excelencia.
Esto no significa que no trabajemos. Sino que el fundamento de la fe no es la suficiencia de los medios visibles para la realización de la promesa, sino la suficiencia del Dios invisible, que seguramente hará lo que ha dicho. Si después de ver claramente que la responsabilidad recae en el Señor y no en la criatura, nos atrevemos a caer en la desconfianza, la pregunta de Dios llega a nosotros poderosamente: "¿Se ha acortado la mano del Señor?"
Que también en su misericordia pueda ocurrir que, con la pregunta, pueda resplandecer en nuestras almas esa bendita declaración: "Verás ahora si mi palabra se cumplirá o no". ¡No dudemos en que Dios dará lo que ha prometido!
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