Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
miércoles, 8 de noviembre de 2017
PRIMICIAS
Romanos 8:23
"Y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo."
En este versículo tenemos los primeros frutos del Espíritu. Ya estamos hechos "nuevas criaturas en Cristo Jesús", por la eficaz obra de Dios el Espíritu Santo. Las primicias se le llaman al primer fruto de algo. Como la gavilla fue la primera de la cosecha, así la vida espiritual y todas las gracias que adornan esa vida son las primeras operaciones del Espíritu de Dios en nuestras almas. Las primicias fueron el juramento de la cosecha. Así que, hermanos, cuando Dios nos da cosas puras, hermosas y de buen testimonio, como obra del Espíritu Santo, éstas son para nosotros los pronósticos de la gloria venidera.
Las primicias fueron siempre santas al Señor, y nuestra nueva naturaleza, con todas sus facultades, es una cosa consagrada. La nueva vida no es nuestra, algo que debamos atribuir su excelencia a nuestro propio mérito; es la imagen y la creación de Cristo, y es ordenado para su gloria. Pero las primicias no fueron la cosecha, y las obras del Espíritu en nosotros en este momento no son la consumación - la perfección está por venir.
No debemos presumir de lo que hemos alcanzado, debemos buscar más: debemos tener hambre y sed de justicia, y deseo de agradar a Dios siempre. Que la bendición presente provoque en tí un anhelo por más gracia y santidad. Así sea.
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