Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
jueves, 9 de noviembre de 2017
SU MISERICORDIA
Salmos 52:8
"Pero yo estoy como olivo verde en la casa de Dios;
En la misericordia de Dios confío eternamente y para siempre."
Medita un poco sobre esta misericordia del Señor. Es una bendición. Con tacto amable y amoroso, sana a los quebrantados de corazón, y ata sus heridas. Él es tan lleno de gracia en la manera de dar la misericordia como en la razón de ella. Es una gran misericordia. No hay nada pequeño en Dios; su misericordia es como Él mismo - es infinita. No puedes medirla.
Su misericordia es tan grande que perdona grandes pecados a los grandes pecadores, después de mucho tiempo, y después da grandes favores y grandes privilegios, y nos eleva hasta grandes placeres en el gran cielo del gran Dios. Es una misericordia inmerecida, como en verdad toda misericordia verdadera debe ser, porque la misericordia merecida es solamente un nombre incorrecto para la justicia. No había derecho por parte del pecador a la amable consideración del Altísimo, pero la recibe. Es una rica misericordia.
Algunas cosas son grandes, pero tienen poca eficacia en ellas, pero esta misericordia es un oasis a los espíritus caídos; un ungüento de oro para las heridas sangrantes; un vendaje celestial a tus huesos rotos; un carro real para tus pies cansados; un seno de amor para tu corazón tembloroso. Es misericordia múltiple.
Es una misericordia abundante: Millones la han recibido, pero está lejos de estar agotada; es tan fresco, llena y tan libre como siempre. Es misericordia infalible. Nunca te dejará.
Si la misericordia es tu acompañante, la misericordia estará contigo en la tentación para guardarte de ceder; estará contigo en tus problemas para evitar que te hundas; estará contigo para ser la luz y la vida de tu rostro. ¡Su misericordia es mejor que la vida!
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