Génesis 8:9
"Y no halló la paloma donde sentar la planta de su pie, y volvió a él al arca, porque las aguas estaban aún sobre la faz de toda la tierra. Entonces él extendió su mano, y tomándola, la hizo entrar consigo en el arca."
Cansada de sus vagabundeos, la paloma regresa al arca como su único lugar de descanso. Noé ha estado buscando a su paloma durante todo el día, y está listo para recibirla. Ella tiene fuerza justa para alcanzar el borde del arca, ella puede apenas volar, y está lista para caer, cuando Noé abre su mano y la entra. La paloma voló tan lejos como pudo, pero cuando estaba a punto de darse por vencida, alguien extendió su mano y la atrajo hacia él.
Este acto de misericordia fue mostrado a la paloma errante. Así como ella fue arrastrada al arca. Así somos recibidos nosotros, aún con una carga importante de pecado. No es necesario que lleves algo, únicamente un deseo de ser atraído. Muchos no se acercan a Dios porque son pecadores: Esto es un círculo vicioso. Ven a Él tal y como estás. Él está esperando a atraerte y darte refugio y seguridad.
¡Jesús te está esperando! Él extenderá su mano y "te atrapará" a sí mismo, el verdadero hogar de tu corazón. ¡No lo dudes!
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