Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
jueves, 1 de diciembre de 2016
TU PROVEEDOR
1 Reyes 17:16
"Y la harina de la tinaja no escaseó, ni el aceite de la vasija menguó, conforme a la palabra que Jehová había dicho por Elías."
Vemos en este texto la fidelidad del amor divino. Vemos a una mujer con las necesidades diarias de ella y su hijo, en un tiempo de hambruna; y ahora, además, tiene en su casa al profeta Elías para ser alimentado también. Pero aunque era triple la necesidad, el suministro de comida no se desperdicia, pues tenía un suministro constante: Dios se encargó de proveer lo necesario a su debido tiempo.
Cada día se hizo un llamamiento a la despensa, pero sin embargo, cada día se mantuvo igual. Tú, querido lector, tienes necesidades diarias, y puede que a veces tengas miedo de que la despensa se vaya a vaciar. Hay ocasiones en que no hay ingresos, pero las facturas de servicios siguen llegando... y tus hijos te piden cosas que necesitan... y no tienes para la comida. Ten la seguridad de que, de acuerdo con la Palabra de Dios, nunca te quedarás sin provisión. Cada día, a pesar de tengas problemas, vendrá la oportuna ayuda; y aunque viváis más años que los que vivió Matusalén, y aunque tus necesidades sean tan numerosos como las arenas de la orilla del mar, sin embargo, verás la gracia y misericordia de Dios a través de todas tus necesidades, y nunca te verás desamparado.
Durante tres largos años, en los días de esta viuda, los cielos nunca vieron una nube ni una gota de rocío: el hambre y la desolación y la muerte hicieron de la tierra un enorme desierto, pero esta mujer nunca pasó hambre, siempre tuvo lo suficiente. Así será contigo. Vas a ver perecer la esperanza del pecador, porque él confía en su fuerza nativa; verás cómo tambalea la confianza del fariseo orgulloso, porque construye su esperanza sobre la arena; verás incluso tus propios esquemas marchitarse y secarse, pero tú y yo encontraremos que nuestro lugar de refugio está en la Roca Eterna: "Su pan os será dado, y su agua quedará firme", dice la Escritura y yo le creo.
Mejor tener a Dios por tu tutor, que el Banco de Inglaterra para tu provisión. Es posible tener la riqueza de Medio Oriente, pero las riquezas infinitas de Dios nunca se puede agotar. ¡Amén!
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