domingo, 11 de diciembre de 2016

SACIADOS CON SU GRACIA



Salmos 36:8
"Serán completamente saciados de la grosura de tu casa,
Y tú los abrevarás del torrente de tus delicias."


La reina de Saba se asombró de la suntuosidad de la mesa de Salomón. Ella quedó completamente sorprendida cuando vio la provisión de un solo día; y se maravilló igualmente de la compañía de los sirvientes que se celebraban en la junta real. Pero ¿qué es esto para las hospitalidades del Dios de la gracia? Miles y miles de personas de su pueblo son alimentados diariamente; hHambrientos y sedientos, traen grandes apetitos con ellos al banquete, pero ninguno de ellos regresa insatisfecho: Hay suficiente para cada uno, suficiente para todos, suficiente para siempre. 


Aunque el pueblo de Jehová es innumerable como las estrellas del cielo, sin embargo, cada uno tiene su porción de carne. A pesar de que podría no hacerlo, el Señor extiende su mesa, no por uno, sino por muchos santos, no por un solo día, sino por muchos años. No sólo por muchos años, sino por generación tras generación. Observa el banquete que se habla en el texto, los invitados al banquete de la misericordia son satisfechos, y más, "abundantemente satisfechos". Y tal fiesta está garantizada por una fiel promesa a todos los hijos de hombres que ponen su confianza bajo la sombra de las alas de Jehová. Como Mefiboset, todos comen de la mesa del rey. En materia de gracia, todos tenemos la porción de Benjamín; todos tenemos diez veces más de lo que podríamos haber esperado, y aunque nuestras necesidades son grandes, sin embargo nos asombramos a menudo de la maravillosa abundancia de gracia que Dios nos da experimentalmente para disfrutar.

Que seamos lo suficientemente agradecidos para reconocer que si tenemos algo, no es por nuestros méritos, sino la gracia y la provisión sobrenatural del Señor. Todo lo que somos, y lo que tenemos, es gracias a Él. No hay nada más que decir.

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