Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
viernes, 16 de diciembre de 2016
FE
Marcos 11:22
"Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios."
La fe es algo fundamental en nuestra vida, el medio por el cual podemos marchar por el camino de los mandamientos. El amor puede hacer que los pies se muevan más rápidamente... pero la fe es el pie que lleva el alma. La fe es el aceite que permite que las ruedas de la santa devoción y de la piedad ferviente se muevan bien; y sin la fe las ruedas se atascan y arrastran todo pesadamente.
Con fe puedo hacer todas las cosas. Sin fe no tendré la inclinación ni el poder de hacer nada al servicio de Dios. Si buscáramos a los hombres que sirven a Dios mejor, debemos buscar a los hombres de mayor fe. El hombre de poca fe dice: "Es un camino áspero, acosado de espinas afiladas, y lleno de peligros, tengo miedo de ir"; Pero los hombres y mujeres de fe recuerdan la promesa: "Tus zapatos serán de hierro y de bronce, como tus días, así será tu fortaleza", y así ellos se aventura audazmente.
La poca fe desanima, mezclando sus lágrimas con el diluvio; pero la fe abundante canta: "Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo, y por los ríos no te desbordarán", y ella vadea el arroyo inmediatamente. Si amas las tinieblas, y estás satisfecho de vivir en penumbra y miseria, entonces estarás contento con poca fe. Pero si amas la luz del sol y te encanta entonar canciones de regocijo, codicia fervientemente este mejor regalo, "la fe abundante".
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