Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
domingo, 4 de diciembre de 2016
NO MÁS INDIFERENCIA
Cantares 4:16
"Levántate, Aquilón, y ven, Austro;
Soplad en mi huerto, despréndanse sus aromas.
Venga mi amado a su huerto,
Y coma de su dulce fruta."
Cualquier cosa es mejor que la calma muerta de la indiferencia. Muchos podemos tolerar los cambios de temperamento, incluso enojos muy justificados, alguna traición, pero la indiferencia es difícil de asimilar.
Ahora traslademos esta indiferencia al plano espiritual, o de nuestra relación con Dios. Si hay algo peor que no conocer al Señor, es conocerlo, saber lo que Su Presencia provoca en nuestras vidas, pero decidir permanecer indiferente. En el pasaje de Cantar de los Cantares, ella no puede soportar ser inútil, y nosotros tampoco podemos. ¡Cuán animado es el pensamiento de que Jesús puede encontrar consuelo en nuestras pobres y débiles gracias! ¿Puede ser? Parece demasiado bueno para ser verdad. Pero es cierto, aún unas "insignificantes" muestras de agradecimiento mueven y alegran el corazón del Señor. Eso deja la indiferencia de lado, la derrota.
Que la pequeña reflexión de hoy nos sirva para entender que es bueno hacer una pausa, alejarnos del ajetreado mundo y tomar un tiempo para dar gracias a Dios. No seamos indiferente ante Su Presencia. Vamos a su huerto, disfrutemos... adoremos.
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