1 Samuel 13:3
"Y Jonatán atacó a la guarnición de los filisteos que había en el collado, y lo oyeron los filisteos. E hizo Saúl tocar trompeta por todo el país, diciendo: Oigan los hebreos."
Estamos comprometidos en una gran guerra con los filisteos del mal. Cada arma a nuestro alcance debe ser utilizada. La predicación, la enseñanza, la oración, el dar, todos deben ser llevados a la acción, y los talentos que se nos han dado para el servicio, deben ahora ser empleados.
Debemos estar listos para la batalla. Cada momento, en temporada o fuera de temporada; cada oportunidad, favorable o desfavorable, debe ser usada, porque nuestros enemigos son muchos y nuestra fuerza es delgada. La mayoría de nuestras herramientas requieren ser usadas; necesitamos rapidez de percepción, tacto, energía, prontitud, en una palabra, adaptación completa para la obra del Señor. El sentido común práctico es uno de los conductores de las empresas cristianas. Podemos aprender de nuestros enemigos si queremos, y así hacer que los filisteos den marcha atrás.
¡Ya basta de que el enemigo nos eche a perder nuestros planes, anhelos y vida espiritual! Los demonios están unidos como un solo hombre en su infame rebelión, mientras nosotros, los creyentes en Jesús, estamos divididos en nuestro servicio a Dios, y apenas trabajamos con unanimidad. ¡Oh, que el día de hoy nos comprometamos a estar unidos a Dios, por sobre todas las cosas!
No olvidemos nunca la batalla espiritual que se libra día a día. Estemos listos, preparados y dispuestos a usar lo que Dios nos ha dado. Pero por sobre todo, que nunca dejemos de lado nuestra comunión con Él. Es la mejor arma que podemos usar para derrotar al enemigo.
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