viernes, 9 de diciembre de 2016

ESPÍRITU SANTO, DESCIENDE


Mateo 3:16
"Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre Él."


Cuando el Espíritu de Dios descendió sobre el Señor Jesús, la cabeza, fue el inicio de la llenura sobre el resto del cuerpo, es decir, la iglesia. Su llenura puese ser para nosotros de la misma manera en que cayó sobre nuestro Señor. A menudo hay una singular rapidez; y siempre estamos conscientes de que algo está pasando. Sin embargo, no hay prisa, porque las alas de la paloma son tan suaves como rápidas. La quietud parece esencial para muchas operaciones espirituales; El Señor está en la voz todavía pequeña, y como el rocío, su gracia se destila en silencio. 


La paloma ha sido el tipo elegido de pureza, y el Espíritu Santo es la misma santidad. De donde Él viene, todo lo que es puro y hermoso, y de buena fama, se hace abundar, y el pecado y la inmundicia se apartan. La paz reina también donde la Paloma Sagrada viene con poder; Lleva el ramo de olivo, que muestra que las aguas de la ira divina son calmadas. La mansedumbre es un resultado seguro del poder transformador del Espíritu Santo: los corazones afectados por su influencia benigna son mansos y humildes en adelante y para siempre. La inofensividad sigue, por supuesto. La paloma es una imagen apta de amor... Y así, el alma visitada por el Espíritu bendito, abunda en amor a Dios, en amor a los hermanos y en amor a los pecadores; Y sobre todo, en el amor a Jesús. 

Señor, que tu Espíritu Santo, así como reposó sobre nuestro querido Redentor, así que descanse sobre nosotros desde ahora y para siempre. Amén.

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