viernes, 29 de septiembre de 2017

EL QUE JUSTIFICA



Romanos 8:33
"¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica."


¡La verdad más dulce! ¡Cuán inalterable es! Todo pecado de los elegidos fue puesto sobre el gran Campeón de nuestra salvación, y por la expiación llevada. No hay pecado en el libro de Dios contra su pueblo: no ve pecado en Jacob, ni iniquidad en Israel. Ellos son justificados en Cristo para siempre. Cuando la culpa del pecado fue quitada, el castigo del pecado fue removido. Para el cristiano no hay ningún golpe de la mano de Dios enojado siempre y cuando exista un arrepentimiento genuino en su corazón. 


El creyente puede ser castigado por su Padre, pero Dios el Juez no tiene nada que decir al cristiano, excepto "Te he absuelto: tú has sido absuelto". Para el cristiano no hay muerte eterna. Él está completamente liberado de todo el castigo, así como de la culpa del pecado, y el poder del pecado también se elimina. Puede interponerse en nuestro camino y agitarnos con una guerra perpetua... Pero el pecado es un enemigo conquistado para cada alma en unión con Jesús. 

No hay pecado que un cristiano no pueda vencer si sólo confía en su Dios para hacerlo. Los que llevan el manto blanco en el cielo vencieron a través de la sangre del Cordero, y podemos hacer lo mismo. Ninguna lujuria es demasiado poderosa, ningún pecado acorralante demasiado atrincherado. Podemos vencer a través del poder de Cristo. Cree cristiano, que tu pecado es una cosa condenada, pero deuda pagada. Puede patear y luchar, pero está condenado a morir. Dios ha escrito condenación a través de su frente. Cristo lo ha crucificado, "clavándolo en su cruz". 

Ve ahora y alégrate porque el pecado con toda su culpa, vergüenza y temor se ha ido. Recibe el perdón, la gracia y la vida eterna de Dios para ti. ¡Aleluya!

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